martes, 5 de enero de 2016

Protección, Apego, Afecto y Confianza! Un deseo real para la infancia




Un año más, un día más, y coincidiendo con un día tan mágico como el "Día que vienen los Reyes, qué nervios...." alzo mi  voz por la infancia y así me gustaría llegara mi carta a sus majestades las más reales.

"Mi deseo es que todas las niñas y niños del mundo tengan las mismas oportunidades de crecer, sonreír, vivir y sentir que yo".

No es sólo un deseo es un sentimiento que me acompaña día a día al observar a mi alrededor un estado del bienestar cada día más desigual donde la infancia y la educación no parecen ser prioritarias. 

"Recuerdo mi infancia como una infancia feliz, muy feliz, a pesar de mis lloros, pataletas, enfados y miedos. Recuerdo jugar mucho, en la calle con mis amigos del barrio y mis compañeros del colegio. Recuerdo que lo importante no era el tipo de juego sino el juego en sí y el estar todos juntos pasándolo bien y gastando toda la energía acumulada durante las clases magistrales del Colegio. Clases magistrales divertidas? Quizás no siempre pero creo que incluso esos tiempos me han enseñado a aprender a aburrirme y estar conmigo misma sin protestar. 

Estas eran parte de mis preocupaciones, mi obligación era vivir y disfrutar de mi niñez, eso sí atenta a la llamada de mi madre para tomar la merienda y a su segunda llamada para volver a casa. Recuerdo un mundo de preocupaciones propias de mi edad, recuerdo aprender a tomar decisiones, a descubrir mi lado simpático y divertido frente al más llorón, aceptar las normas del juego, aprender a ganar pero sobre todo a perder y aprender a gestionar mis conflictos con mis amigos en un "de tú a tú", mis padres no estaban siempre tan presentes como para sacarme las "castañas del fuego" y yo recuerdo ser feliz.

No recuerdo tener preocupaciones de "adulto", ni tener que organizar mi tiempo yo sola, no recuerdo sentirme abandonada y sí recuerdo sentirme querida por quien era no tanto por lo que hacía ni lo que querían que hiciera.


Con mejores o peores momentos, he vivido mi infancia como la niña que fui, el abandono no entraba en mi vida, el maltrato me quedaba muy lejos, no he pasado horas sola, ni he estado deambulando de actividad en actividad. Mi círculo de acción no era grande, era mi barrio y todas las personas que en él nos movíamos.  No recuerdo vivir con inseguridades, ni miedos, ni fobias y no hablo de dinero, ni de excesos materiales.


Protección, Apego, Afecto y Confianza... 4 pilares que NUNCA deben faltar en la vida de un niño, no hablo sólo de sus derechos por todos conocidos, hablo del respeto a la vida, a las personas y al poder mágico de la educación.

Majestades las más reales:

"Autoridades competentes, políticos, padres, madres, tutores, pedagogos, maestros, educadores familiares, trabajadores sociales, asistentes sociales, técnicos de menores, profesionales de la sanidad y población en general... quizás nos toque a todos aportar nuestro granito de arena".

Mi deseo... mi sentimiento... 

"Que todas las niñas y niños del mundo tengan las mismas oportunidades de crecer, sonreír, vivir y sentir que yo"


No hay comentarios:

Publicar un comentario