sábado, 24 de junio de 2017

El derecho a amar y sentirse libre



El amor no duele y el amor también duele pero Amar no es pertenecer, ni sentir celos, ni ser dueño, ni ejercer control, ni supervisar, ni controlar el móvil, el tiempo y el espacio, amar no es vigilar. Ser amado no es hacer todo aquello que la otra persona quiere.

Amar es ser uno mismo, quererse, ser querido, sentirse querido y sentirse feliz. Querer compartir experiencias con la otra persona sin perder nuestra esencia, nuestra vida y nuestras opiniones. Amar es respetar y sentirse respetado, discutir y buscar soluciones, ceder y que cedan, amar es empatía, entendimiento y satisfacción personal. Amar es también deseo, es desear y sentirse deseado.

Amar es una relación de dos personas que están juntas porque quieren y se quieren hasta que ambos quieran.



Y si uno no quiere... hay que aceptar que se acabó, entender el dolor, asumir el duelo, vivir la pena, gestionar las emociones y comprender que no siempre es lo que uno quiere y como quiere. No somos dueños/as de nadie. Y todas las personas somos libres en la toma de nuestras decisiones.

Parece que todavía queda mucho camino para entender que el amor es libertad y respeto, una de las grandes lacras de nuestra sociedad es la violencia, violencia física, emocional, psicológica, sexual que todavía no es sentida como una de las principales preocupaciones sociales según así nos lo indica el CIS. 

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